Fraternidad Internacional de Jóvenes

[Perú] Tarde Cultural con IYF para los niños en el Puericultorio Pérez Araníbar

Con mucha alegría se vivió este domingo 14 de enero, en el Puericultorio Pérez Araníbar, una Tarde Cultural llena de mensajes y danzas que contagiaron a los presentes de alegría.

Durante un poco más de dos horas, los voluntarios de diferentes países de la Fraternidad Internacional de Jóvenes realizaron actividades que tocaron el corazón de los niños y jóvenes participantes que, con una gran sonrisa, pudieron mostrar su alegría.

Con más de 94 años trabajando en el cuidado y protección de niños, adolescentes y jóvenes que, por diferentes situaciones de vulnerabilidad, se han quedado sin hogar, el Puericultorio Pérez Araníbar es la entidad más antigua de la ciudad de Lima, considerado en la actualidad como patrimonio cultural.

IYF en su arduo trabajo por la sociedad ha estado visitando distintos lugares con el fin de llevar alegría y paz a muchas personas; en esta ocasión, llegó a este albergue para iluminar las vidas de estos pequeños.

El programa estuvo cargado de muchas emociones y se dio inicio con la pregunta “¿A quiénes les gusta bailar?” Esto conectó a los asistentes con las actividades que se presentarían y los motivó a estar atentos a la programación.

Posteriormente se presentó la danza “Ha Ha Song”, una canción coreana muy divertida.

Poco después se llevó a cabo un folklore dance dirigido por jóvenes voluntarios de Colombia y México, en el que los niños pudieron aprender una pequeña danza, la cual los hizo compartir e interactuar entre ellos y los voluntarios.

Durante el evento se pudieron apreciar danzas de Corea, África y Estados Unidos.

La conferencia, dirigida por el Director de IYF en Venezuela, Elías Lee, se enfocó en la importancia de tener un mentor.

Él decía que el tener un maestro a quien escuchar y que los pudiera orientar, les proporcionaría mucha felicidad. Como niños y adolescentes, la presencia de una persona a quien dirigirse y compartir su corazón puede ayudarles a crecer como personas felices, meta que IYF quiere alcanzar, en la vida de todos los jóvenes.

Al finalizar el programa se tomó una foto grupal y se compartió un rico refrigerio.

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