En los meses de noviembre y diciembre, la Fraternidad Internacional de Jóvenes (IYF) Honduras llevó la alegría al corazón de 2 000 personas en 6 ciudades (Danlí, Villanueva, San Pedro Sula, La Ceiba, Comunidad El Calán, Tegucigalpa) y en San Salvador, El Salvador.
La Cantata Navideña, preparada por 35 jóvenes hondureños, que formaron parte del elenco y staff, se dieron a la tarea de llevar un mensaje de fe y esperanza con el fin de restaurar el verdadero significado de la Navidad, que es el amor entre la familia.
Durante las presentaciones en las diferentes ciudades, el grupo de danza más feliz del mundo, The Righteous Stars (TRS) Honduras, dio inicio con el programa, preparando el corazón de todos los participantes para tener una noche llena de magia y mucha felicidad. Seguidamente se presentaba la historia de cómo surgió IYF y su trabajo con la juventud a nivel mundial por medio de las diferentes actividades realizadas para formar líderes que guíen a las futuras generaciones.
Posteriormente, la voluntaria Internacional de Corea del Sur en Honduras, Brenda Jang, cautivó el corazón de todos al realizar el solo de violín. Entre gozo y esmero, cantaron juntos las canciones que con mucho amor preparó para contagiarnos del sentimiento ferviente de la Navidad.
El programa continuó dando la bienvenida al acto de la obra teatral y musical, “Historia de Ana”, que dibujó sonrisas en los rostros de los espectadores en numerosas escenas, las cuales se convertían en carcajadas, gracias a las travesuras de la tierna protagonista. De igual manera, muchos de los presentes, con lágrimas en los ojos, esperaban con expectativa el desenlace de la historia de Ana y su familia. Fue un acto que presentó el agradecimiento, amor y unidad como valores fundamentales para las familias, además de que conmovió a toda la audiencia con el carisma que reflejaba cada personaje.
Para cerrar con broche de oro la Cantata Navideña, Santiago Lee, Director General de IYF Honduras, compartió un mensaje de reflexión para las familias. Él mencionaba: “En África, durante mucho tiempo existió una costumbre en la que los varones entregaban bueyes a la familia de la mujer con la que se querían casar.
Cuenta la historia que un joven preparó nueve bueyes para una mujer que las mismas personas del pueblo catalogaban como fea y que no era digna de tan siquiera un buey. Sin embargo, él a diario le decía que era una persona que merecía nueve bueyes.
Después de un tiempo ella, aceptando esas palabras en su corazón, pudo obtener un cambio total en su vida. De esa misma manera es nuestra vida: conforme a lo que aceptemos en nuestro corazón, así vamos a vivir”.
Continuó explicando el misionero Santiago Lee: “Es muy importante cómo consideramos a nuestros hijos, esposa o esposo.
Si decimos que son un dolor de cabeza o que en ellos ya no hay remedio, de esa forma serán o si decimos que ellos son hijos que guiarán las futuras generaciones, que el esposo o la esposa son lo mejor del mundo, así será. También si delante de Dios nos consideramos así mismo como pecadores, llevaremos una vida de tristeza, condenación y culpabilidad”.
Posteriormente, el Director de IYF Honduras siguió con el mensaje navideño por medio de un relato de la vida real: “En Corea del Sur había un hombre que tomaba 10 botellas de alcohol llamado Soju durante 20 años seguidos, hasta que un día la esposa de este señor se encontró con el pastor fundador de la Fraternidad Internacional de Jóvenes, mencionándole que ya no podía seguir con su matrimonio por la adicción de su esposo.
El pastor Ock Soo Park con mucho cuidado la escuchaba y le pidió una reunión con él.
Después de la reunión, el esposo de aquella mujer tuvo un cambio de mentalidad, dejando de creerse a sí mismo como un alcoholico sin remedio, sino un hombre que podría tener una vida diferente. Desde ese punto en que él creyó de esa manera, su matrimonio se restauró. Ahora vive feliz siendo un directivo de IYF en Corea del Sur y el extranjero“.
Este es el verdadero mensaje de la Navidad: “Jesucristo. Él vino hace más de 2 000 años como el regalo más importante dado a la humanidad”. De esta manera culminó el Director Santiago Lee.